Saber las diferencias entre una infección causado por virus o por bacterias a veces es difícil hasta para nosotras, pero tranquilos, hoy aprenderemos ésto y mucho más. ¡Empecemos pues, el tema del mes!
1.- Virus y bacterias pertenecen a Reinos distintos:
A finales de los 60, el científico Robert Whittaker hizo la dificultosa labor de clasificar los organismos en 5 reinos, así que vamos a homenajear al señor Robert Whittaker y a no mezclar más los virus y las bacterias.
Las bacterias son microorganismos formados por una sola célula; viven y se reproducen en muchos lugares; incluyendo el cuerpo humano. Los virus son pequeñas cápsulas de material genético y necesitan de un huésped (humano, planta o animal) para multiplicarse. El modus operandi de los virus es más complejo, son más rebuscados. Secuestran a las células de sus huéspedes y las obligan a producir virus en vez de más células sanas. Las bacterias pueden vivir sin nosotros, los virus no.
La mayor parte de las bacterias tienen un diámetro aproximado de entre 0,6 y 1 micrómetro (µm), de manera que pueden verse con un microscopio óptico, mientras que los virus, de tamaño notablemente menor, sólo pueden detectarse por microscopía electrónica, los microscopios electrónicos son cacharros enormes presentes sólo en centros de investigación específicos. Nosotras en la universidad no tuvimos el placer de ver ningún virus en directo, pero si muchas bacterias.
Como virus y bacterias son términos muy distintos se combaten también de manera muy distinta. Antibiótico atacarán bacterias y antivirales atacarán virus. De nada nos sirve intentar abrir nuestra casa con las llaves del coche…¿Verdad? Pues es exactamente lo mismo.
2.- Diferencias a grosso modo entre una infección bacteriana y una infección viral:
- Duración de la enfermedad: generalmente las infecciones víricas suelen ser más duraderas que las bacterianas.
- Color del moco: por norma general si el moco es transparente la infección normalmente es vírica, si por el contrario el moco es de un color verdoso significa que la infección es bacteriana. Y, si el moco es naranja es que eres un zombie!
- Presencia de fiebre: durante las infecciones bacterianas, las fiebres suelen ser más altas y empeoran después de unos cuantos días, mientras que al tener una infección viral, la fiebre tiende a mejorar después de unos días.
3.- Tratamientos antibióticos:
El descubrimiento de la penicilina por Fleming en el 1928 supuso un antes y un después en el tratamiento de muchas enfermedades y alargó la esperanza de vida. De penicilinas hay disntitos tipos y sirven para tratar infecciones causadas por estreptococos, estafilococos, meningococos…
El arsenal que tenemos en la farmacia de antibióticos es enorme y tenemos antibióticos de todas clases: macrólidos, penicilinas, quinolonas…
Entonces, si realmente la infección es causada por una bacteria y se precisa la utilización de antibiótico es importante tomarlo con la frecuencia y duración indicada. Además de tomar algún probiótico ya que el antibiótico ataca todos los microorganismos del cuerpo, tanto “los buenos” como “los malos”. De esta forma, el uso de un probiótico nos ayudará a no arrasar con nuestra flora intestinal.
4.- El problema de la resistencia a antibióticos:
Desde hace unos años estamos haciendo presión para hacer un uso más consciente de antibióticos y así no crear resistencias.
La resistencia a los antibióticos hace que se incrementen los costos médicos, que se prolonguen las estancias hospitalarias y que aumente la mortalidad.
Primero aclararemos que no somos nosotros los que nos volvemos resistentes a las bacterias, son las bacterias las que mutan y se vuelven farmacorresistentes y entonces el medicamento empleado hasta el momento ya no resulta eficaz.
Por eso es necesario que se cambie urgentemente la forma de prescribir y utilizar antibióticos. Cuántas veces nos habéis pedido Amoxicilina para tratar un simple dolor de garganta que probablemente se aliviaría con un propólis (además de que el propólis es inmunoestimulante).
5.-Tratamientos antivirales:
Los antivirales a estas alturas ya nos ha tenido que quedar claro que solo sirven para tratar a los virus. En oficina de farmacia tenemos poquitos antivirales en comparación a antibióticos. El Aciclovir, por ejemplo, se utiliza para tratar el virus Herpes. También disponemos de pomadas para tratar el Virus del papiloma humano (VPH). En las farmacias de hospitales disponen de más antivirales para tratar enfermedades más complejas como el virus del VIH o el VHC. Pero en general, existen menos antivirales que antibióticos.
Esperemos que haya sido de utilidad este post y cualquier duda ya saben…las farmacéuticas os esperamos en Farmàcia Diputació.
Autora: Maria Real Capell (farmacéutica nº col: 18558)